Para desarrollar plenamente tus dones necesitas volver a ti una y otra vez. Aprender a focalizar tu atención en aquello que te reconecta, que te potencia y te hace crecer. Necesitas dejar de delegar tu poder a otras personas, y también dejar de alimentar pensamientos, hábitos y patrones que te restan energía y que te resultan tóxicos. 

En los tiempos que corren, todo esto no es una tarea fácil. Es sumamente sencillo caer en apuntar con el dedo a cualquier persona, evento o circunstancia externa, y dejar caer sobre ella el peso de todo aquello que no va bien en nuestras vidas.

Desde luego, mucho más fácil que tomar la decisión de hacernos responsables de aquello que sentimos. De lo que “funciona” y de lo que no en nuestro día a día. Es muy fácil despistarse por el camino y volver a perdernos una y otra vez. Es fácil, pero no satisfactorio. Y tampoco nos va traer soluciones, paz, ni, desde mi punto de vista, ningún atisbo de verdad. 

Lo que te va a ayudar a desarrollar plenamente tus dones, tus capacidades, y tu felicidad, es regresar cada día a esa parte íntima y sagrada de tu propio ser. En ella reside tu fortaleza para seguir caminando, para seguir co-creando, para tu propio bien y el de toda la existencia.

Lo que necesitas es volver al amor, a la conexión con el Todo, con la imparable vibración de la Vida que jamás se detiene, pase lo que pase. Y recordar que existe una fuerza mayor que todo aquello en lo que constantemente focalizamos nuestra atención, y que tanta fuerza nos arrebata. 

Si lo que deseas es desarrollar plenamente tus dones, sean cuales sean, debes descubrir quién eres, y cuáles son esos dones. Para ello, debes dejar de mirar tanto hacia fuera y mirar muchísimo más hacia dentro. 

Necesitas comprometerte contigo misma de una vez por todas y dejar de posponerte. Dejar de creerte lo que te cuentan tus creencias más limitantes, dejar de darles de comer, y utilizar aquellos recursos que te llevan una y otra vez hasta ti misma. 

Para desarrollar plenamente tus dones debes tomar la decisión de hacerlo. Debes reconocer tu profundo deseo de abrir esa puerta, y una vez abierta, hacer todo lo que tienes que hacer para que no vuelva a cerrarse. 

Apostar por ti, decidir que ha llegado tu momento. Y dedicarte a ti misma con amor y sin prisa, disfrutando del camino más bello que puedes elegir en la vida. Un camino que, además, es compatible con todos aquellos senderos que te hacen feliz.

No conozco camino de mayor plenitud que el de la reconexión con tu SER. Al recorrerlo, emergen ante ti opciones y aptitudes que quizás antes ignorabas. Es posible que muchas de ellas, al principio, sientas que son demasiado grandes para ti. Pero, si eliges continuar con tu compromiso contigo misma, descubrirás que nada es demasiado grande para ti, pues la inmensidad de la existencia y tú, sois la misma cosa. 

El camino de la plenitud te lleva hacia ti misma. Y en ti se une y se encuentra todo cuanto existe. 

Si lo deseas, te acompaño en este bello proceso de auto descubrimiento. 

Te invito a descubrir la formación DESARROLLA TUS DONES.