¡Hola de nuevo! Hoy, respondiendo a la propuesta de una de mis alumnas, os voy a hablar de la propiocepción en la Danza del Vientre. Supongo que algun@s os preguntaréis por el significado de esta palabra, pues su uso no está muy extendido en el lenguaje cotidiano. La propiocepción alude a la percepción del propio cuerpo, algo indispensable cuando deseamos bailar Danza del Vientre o cualquier otra clase de danza.

Propiocepción

Según la RAE: 1. f. Psicol. Percepción inconsciente de los movimientos y de la posición del cuerpo, independiente de la visión.

En la vida cotidiana de la mayoría de las personas el cuerpo realiza una serie de movimientos limitados. Nos movemos de un modo automático, sin pararnos a sentir o percibir las distintas partes del cuerpo desde dentro. Vivimos en nuestro cuerpo sin habitarlo plenamente. Esto debe cambiar en el momento que comenzamos a bailar. Bailar implica sentir, conocer, habitar y controlar tu cuerpo desde dentro. A medida que desarrollemos nuestra capacidad de propiocepción, más destreza tendremos como bailarinas de Danza del Vientre o de cualquier otra danza.

Podemos comenzar a conectar con el cuerpo simplemente sintiendo nuestro peso corporal. Observando nuestra respiración. Poco a poco, con los ejercicios adecuados y una buena orientación por parte de tu profesora, irás descubriendo músculos de tu cuerpo que quizás no sabías ni que existían. Este proceso es esencial en la Danza del Vientre debido a la disociación que la caracteriza. Conocerás tu cuerpo, y serás capaz de movilizar muchas de sus partes de un modo independiente.

A medida que se desarrolla la propiocepción el movimiento se convierte en un juego del que puedes disfrutar. Articular el cuerpo y utilizarlo de un modo lúdico y creativo es muy placentero. Habitar nuestro cuerpo plenamente es aprender a vivir en el presente, aquí y ahora. Una efectiva, saludable y divertida forma de meditación.

Te invito a probar una de mis clases de Danza del Vientre en Alicante.

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