Pensamientos positivos y negativos: aprendiendo a vivir desde el corazón.

Recuerdo perfectamente la primera vez que escuché que no somos lo que pensamos. Yo nunca me había parado a pensar en esto y me sorprendió muchísimo. ¿Cómo era posible que aquello que yo pensaba, no me definiera? Mi mente, ese lugar oculto, donde nadie podía entrar y donde se albergaban mis mayores secretos. ¿Y no me definía?

Tardé años en entender qué era lo que significaba esto en realidad. A día de hoy, después de varios años practicando la presencia y la observación del yo, he entendido que lo que albergaba mi mente no era tan secreto. Y he comprendido cómo, solo a través del propio autoconocimiento, tienes la oportunidad de conocer a quienes te rodean.

La mayoría de los seres humanos llevamos años practicando el libre albedrío de la mente. Los pensamientos campan a sus anchas sin conciencia ni control, y esto domina nuestro mundo emocional, nuestras actitudes, acciones y decisiones. Nuestras vidas, en definitiva.

Si mis pensamientos son negativos, veré la vida de color negro, y probablemente mis experiencias de vida serán del mismo color. Si son positivos, tendré una actitud abierta y es probable que me vaya mejor. Esto es un hecho, pero ¿significa esto que si comienzo a repetir constantemente frases positivas, si me obligo a ver las cosas de un modo diferente, puedo transformar mi vida, atrayendo cosas buenas?

Pues sí y no.

De nada sirve repetir frases positivas si tú no te las crees, si lo que sientes dentro de ti está en discordancia. Para mí, lo ideal es trascender los pensamientos, tanto los positivos como los negativos. Cultivar el silencio, permitir que NUESTRA VERDAD nos guíe, pues ella SÍ que manifestará en nuestra vida todo aquello que necesitamos para desarrollarnos y evolucionar PLENAMENTE.

Nuestros pensamientos nos ayudan a descubrir nuestras creencias, y nuestras creencias determinan nuestras experiencias de vida. Hay herramientas para transformar nuestras creencias y sustituirlas por otras más beneficiosas.

Pero hay algo que te llevará mucho más allá. Ese algo es trascender tus propias creencias, y trascender el deseo de intercambiarlas por otras. Este proceso da mucho miedo, porque el ego siente que va a morir, y podemos observar cómo algo en nuestro interior lucha desesperadamente por aferrarse a un lugar seguro. El ego busca un traje con el que identificarse. Pero si te mantienes presente, observando, sintiendo ese miedo, finalmente se desvanece. Es entonces cuando conectas, cuando emerge la VERDAD de lo que ERES. Y entonces, comprendes que da igual qué sea lo que pase por tu mente, lo importante es que sea lo que sea, no te lo crees. Empiezas a vivir desde el CORAZÓN.

Se acabó el conflicto con lo que emerge dentro de ti, o con cómo esto se manifiesta en tu vida. Ya sabes que todo, absolutamente todo, te sirve para VER cada vez más. Y que todo, ya lo califiquemos cómo bueno o malo desde el juicio humano, sirve como una pasarela que te aproxima, que te reconecta con tu SER. Todo depende de si te permites aprender aquello que ha venido a mostrarte.