Hoy vamos a comenzar a hablar del vestuario en la Danza del Vientre-oriental. Dentro de la Danza Oriental podemos afirmar que el vestuario que se utiliza es una de las…
La Danza del Vientre y el placer femenino han estado vinculados desde su nacimiento. Cuando las mujeres se reunían para celebrar sus ritos, moviendo sus cuerpos y conectando con su sabiduría femenina y con sus emociones, es más que probable que muchas de ellas alcanzaran el trance. Libres como eran de una tradición religiosa que condenase disfrutar del cuerpo físico. Desde entonces la Danza del Vientre y el placer han pasado por muchas y distintas fases hasta llegar a lo que hoy en día denominamos como tal.
En la actualidad, la Danza del Vientre, como cualquier otra clase de danza, está sujeta a unas normas formales y técnicas. Es muy frecuente que cuando estamos aprendiendo sintamos cualquier cosa menos placer. Prestamos más atención a si lo hacemos correctamente que al simple disfrute de sentir el movimiento en nuestro cuerpo.
A través de la Danza del Vientre fortalecemos el vínculo con nuestro cuerpo. Desarrollamos una fuerte conciencia corporal. El trabajo disociativo característico de la Danza del Vientre nos permite sentirnos y conocernos internamente. Aprendemos a movernos parte por parte. Estos movimientos pueden llegar a ser muy placenteros si nos permitimos investigar y sentir con libertad y sin juicios al respecto.
Movilizar internamente la zona ventral nos permite conectar y relajar nuestro útero. El útero es uno de los principales centros energéticos en la mujer. También es una de sus principales fuentes de placer.
El cuerpo es una inagotable fuente de placer, si nos liberamos de los tabús que existen. En muchas ocasiones todo lo relacionado con el placer se siente como algo negativo. Muchas veces genera sensación de culpa experimentar una inmensa cantidad de placer. Esto sucede debido a la influencia de la represión impuesta durante siglos por la religión, principalmente sobre las mujeres.
Conectar con el placer es conectar con el disfrute de la vida, aprender a vivir en sintonía con nuestro cuerpo y con la alegría de vivir.
Si deseas acercarte a un mayor disfrute de la vida, y crees que la danza puede ser tu camino, te invito a probar una de mis clases de Danza del Vientre en Alicante.