La idea que la Danza del Vientre o Danza Oriental es una danza para el deleite masculino es, por desgracia, una creencia muy extendida. Todavía hoy en día las que nos dedicamos a esto tenemos que lidiar con ella en muchas ocasiones. ¿Es realmente la Danza del Vientre una danza creada para despertar el deseo y la excitación en el sexo masculino?

Como ya comentamos anteriormente, en el artículo dedicado a la Historia de la Danza del Vientre, todo apunta a que la Danza Oriental nació como una clase de danza practicada entre mujeres y para mujeres. Parece estar relacionada con ritos de fertilidad, tanto de las personas como de los campos. También está muy extendida la idea de que surgió como una danza de preparación al parto. Muchos de sus movimientos son de gran ayuda en el momento del nacimiento. Durante siglos esta danza siguió practicándose en estos entornos.

Posteriormente (durante los sicglos XVIII y XIX), en épocas en las que que la esclavitud era muy frecuente, es cierto que muchas bailarinas eran esclavas. Algunas bailarinas de baja condición social se veían obligadas a dedicarse a la prostitución, aunque por supuesto no todas lo hacían. También es cierto que en ocasiones las bailarinas poseían grandes conocimientos culturales. Esto las dotaba de popularidad ante las altas esferas ante las que actuaban.

En algunas zonas, grupos de mujeres de vida nómada se dedicaban a viajar llevando su danza por diversos lugares. Cuando conseguían ahorrar lo suficiente para su dote podían casarse, algunas decidían mantener este tipo de vida guiando y enseñando a las más jóvenes.

Muchos occidentales se sintieron atraídos por estas fantasías orientales, contratando bailarinas y trayéndolas a Europa y Estados Unidos. Fue entonces cuando verdaderamente la Danza del Vientre comenzó a comerciarse como un producto principalmente de consumo masculino. Llevándose esta idea al cine en diversas películas se terminó consolidando. Acompañándonos hasta la actualidad.

Como podemos observar, la Danza del Vientre o Danza Oriental es una danza que nace de la mujer para la mujer. Y el hecho de que no se vea de este modo no es más que una consecuencia más del machismo imperante desde tiempos inmemoriales.